lunes, 14 de mayo de 2007

Cuando amas y respetas a mamá

Los papas no se dan cuenta de lo que influye en los niños el trato que se le da a la madre. La mayoría de las veces nosotras somos las que les enseñamos (sin querer) a ser padres, a jugar con el niño, a cambiarlo, a darle de comer, etc. Entonces si ella te ayuda tanto a ti como padre chécate estas ganancias que puedes obtener al darle su lugar y tratarla con respeto

  1. No la veas como un rival. Aunque tu seas un super papá que puedes bañarlos, vestirlos, darles de cenar, nunca está de más tomar en cuenta la visión femenina de la madre. Pídele consejos y opiniones y presta atención realmente: no tengas miedo de perder autoridad ni valor, simplemente pregunta “¿cómo lo estoy haciendo?”.
  2. Una relación modelo. Más que subsistir el día a día familiar, procura poner en perspectiva tu relación actual de pareja y tomar conciencia de que sigue siendo la persona de la que te enamoraste alguna vez, tal con algunos cambios físicos o con más madurez emocional. Procura devolverle a la relación lo que les dio tanto al comienzo: sal con tu pareja a pasear por el parque, a comer fuera solos de vez en cuando, una escapada al cine, etc. No dejes que la rutina y los problemas cotidianos los alejen. Una relación sana y revitalizada les dará un entorno emocionalmente sano a tus hijos. Recuerda mostrarle amor a quien te dio la increíble oportunidad de ser padre.
  3. Un sentimiento de seguridad. ¿qué pasaría en un negocio si de repente los dos socios principales comenzaran a maltratarse? ¿qué pasa si sus ideas son tan opuestas que en vez de complementarse entran en conflicto? La moral general se vendría abajo, los empleados comenzarían a sentirse inseguros de la estabilidad y durabilidad de esa empresa. Los ejecutivos intentaría salirse a la menor oportunidad. La atmósfera emocional de la organización entera se vería reflejada en la calidad del trabajo y de vida de los empleados. Lo mismo ocurre en las familias. El demostrar con acción y palabras el amor hacia tu pareja es prueba fehaciente para tus hijos, de que su familia podrá resistir las turbulencias, adversidades y desafíos sin venirse abajo. En otras palabras, les dará una gran sensación de seguridad y estabilidad emocional.

Además recuerda que si no vives con tu pareja, nunca hables mal de ella ni le faltes al respeto. Trata de que los niños vean que aunque no vivan juntos se entienden, y la relación de padres existe y es sólida.

Ayuda a que tus niños sean respetuosos, aprendan a querer y respetar a las mujeres, y si lo que han visto en el matrimonio donde crecieron fue amor, consideraciones a su madre, atenciones, amor, confianza, detalles, ayuda, seguramente él buscará eso al momento de tener una pareja y aprenderá que el matrimonio es una gran tarea que diariamente hay que cuidar, proteger y alimentar. Recuerda que los niños son el reflejo de los padres y si vivió con violencia, gritos, humillaciones... imagínate lo que le espera de adulto.

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